Llega el otoño y nos emboscamos en una de nuestras rutas entre castaños centenarios, como los de Escondelobo y los de la Fuente de las Escobanchas, en pleno Valle del Jerte.
Estos guardianes del tiempo son árboles singulares, maravillas de la longevidad, supervivientes de las grandes masas de castaños que antiguamente tapizaban la umbría serrana de Casas del Castañar.